diciembre 29, 2015

2016: La Revolución del Talento

Hace unas semanas y con un grupo de personas que me acompañó en una conferencia sobre las perspectivas de la comunicación comercial, me di a la tarea de reflexionar sobre algunos aspectos que –en nuestro ámbito de acción–, se prevén para el próximo año. Los comparto a quienes me hacen el honor de leer esta columna:

Características del nuevo mercadólogo
Debe tener un conocimiento más profundo del entorno económico nacional e internacional y su impacto en los mercados y la creatividad suficiente para que las propuestas de sus marcas apoyen a la reactivación económica del país.

El mercadólogo de 2016 debe tener un mayor conocimiento sobre las posibilidades que las IMC tienen para sus marcas, y por lo tanto, un mayor compromiso sobre los resultados que su trabajo debe arrojar: Debe tener como premisa que es más importante ganar consumidores que premios.

La jerarquía en que mejor impactarán las actividades de comunicación
En cuestión de funcionalidad, se ha demostrado que una adecuada combinación de disciplinas bajo una misma estructura de trabajo creativo y operativo, aportan mayores beneficios para los clientes y un esquema mucho más rápido de recuperación de la inversión; esto sólo es posible lograrlo a través de un esquema de disciplinas integradas. Por otra parte, y dado que la economía del país estará lejos de alcanzar un crecimiento óptimo en 2016, el trabajo comunicativo deberá estar enfocado mucho más en el awareness y en el acercamiento directo con el consumidor o usuario. En ese sentido sugiero dar importancia en este orden:

1. Comunicaciones Integradas
2. Relaciones Públicas
3. Promociones y otras actividades Below the Line
4. Investigación
5. Publicidad

(En cada disciplina, una mejor estrategia de contenidos en redes sociales, será la mejor ayuda. Pero sólo eso, ayuda).

Los medios idóneos
Es difícil definirlo pues esto depende de cada marca y del sector al que ésta vaya dirigida. Por ejemplo, las marcas de lujo deberán considerar un mayor impacto a través de Internet, de medios escritos especializados, así como presencia, patrocinio y organización de eventos donde la marca sea la protagonista.

Por otro lado, si se trata de marcas de consumo masivo, los canales de distribución ofrecerán mayores posibilidades de acercamiento de la marca con el consumidor, lo que seguramente los convertirá en el medio más buscado en 2016; aparte de éstos, una buena mezcla se lograría utilizando además, en ese orden, medios exteriores, participación en eventos públicos masivos, medios electrónicos –principalmente radio–. Ahora que, si de lo que se trata es de un lanzamiento, la mejor opción sería la publicidad televisiva, siempre acompañada de publicities, radio, medios impresos, exteriores e Internet.

¿Y las agencias?
Deben entender que la creatividad, para que funcione, debe responder a una metodología de trabajo que necesariamente debe incluir conocimiento y cultura. Una organización de comunicación en cualquiera de sus disciplinas, sin un parámetro adecuado de cultura general entre su personal, no tiene segundas oportunidades.

También deben reconocer sus propias limitaciones y tener la honestidad necesaria para decirle a un cliente sólo lo que cada disciplina puede hacer por él: la deshonestidad se castiga.

Una agencia debe estar preparada desde la cabeza misma de la organización, para enfrentar los nuevos retos de calidad comunicativa contra presupuesto que tendrá 2016 y debe ir preparando cuadros para ser capacitados en la integración de disciplinas de comunicación, si quieren ser competitivos a largo plazo.

Las redes sociales
A diferencia de hace cinco años, ahora sirven para establecer relaciones duraderas (no sólo personales, sino también marcas-clientes).

En 2016 será muy importante convencer a un cliente de que las RS representan una opción seria de comunicación en la cual se debe invertir, aunque deberá entenderse que no son necesariamente lo mejor para establecer comunicaciones formales.

El gran escritor científico Arthur C. Clarke, autor de 2001: Una Odisea en el Espacio y 2010, decía irónicamente que el futuro ya no es lo que era. Y tenía razón: hasta hace relativamente poco, existía la falsa creencia de que la publicidad era condición sine qua non para una comunicación comercial exitosa. Las opciones que tanto las nuevas tecnologías como la imaginación de comunicólogos y mercadólogos, así como la investigación social, e incluso las crisis nos han traído, refuerzan la idea de que la publicidad es sólo una disciplina más (igual de importante pero igual de prescindible), dentro de una estrategia de comunicación integral.

Semiótica Mexicana

Aunque se ha propuesto que la semiótica sea el contenedor de todos los estudios derivados del análisis de los signos, sea cual fuere su origen (escrito u oral, humano o natural), su división en tres ramas la hace más comprensible: Semántica, que se refiere a la relación entre los signos y las cosas a las cuales éstos se refieren (su denotación); Síntesis, que se refiere a la relación de los signos como estructuras formales; y Pragmática, que se refiere a la relación existente entre los signos y sus efectos en aquellos (individuos o grupos) que los usan.

La semiosis, que es lo que estudia la semiótica, es el proceso que se desarrolla en la mente del intérprete; se inicia con la percepción del signo y finaliza con la presencia en su mente del objeto del signo.

Un hecho sin precedente
Esto se menciona porque –hace poco menos de un mes–, se presentó en Ciudad Universitaria una colección de libros que, para la profesión que ejercemos, se vuelve única. Se llama Los Mexicanos Vistos por sí Mismos y consta de 26 libros que son el fruto de 25 encuestas realizadas en todo el país sobre lo que en México pensamos de la vida, la economía, la política, la sociedad en este momento, y lo que pensamos será nuestro futuro.

Estos volúmenes son el resultado del esfuerzo de 93 investigadores y 21 centros de investigación e institutos de la UNAM. Todo el trabajo fue radicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas. Los expertos en cada tema diseñaron las preguntas e hicieron un ensayo muy sencillo sobre los resultados. Es la primera vez que puedo presenciar un esfuerzo similar, tomando como base la investigación y sin que medie esa interpretación poética tan esencial de nosotros mismos que seguramente todos leímos en El Laberinto de la Soledad y que, en gran parte, es un retrato obsoleto.

El retrato
Hay una salvedad que pudo haber influido en algunas de las percepciones al momento de las encuestas: esta tarea se hizo hace exactamente un año cuando los hechos de Ayotzinapa aún estaban demasiado frescos como para ser digeridos.

Sin embargo (y a decir de quienes ya han tenido la oportunidad de revisar este trabajo en toda su extensión), si algún rasgo cultural ha cambiado del mexicano es que se fueron los estereotipos que nos hacían mirarnos como un ombligo lleno de pelusas: los machos, parranderos, jugadores y ladinos al parecer, ante nosotros mismos, han quedado atrás. Ahora el mexicano percibe como su principal característica el ser trabajador y como segunda el orgullo.

Otro asunto a ser tomado en cuenta es que, además de temas como el empleo, la educación y la seguridad, la corrupción forma ahora parte de las preocupaciones más constantes.

Los valores
Julia Isabel Flores –quien coordinó este esfuerzo–, comenta en su escrito preliminar que las tres palabras más asociadas al vocablo ¨México” son “país”, “cultura” y “corrupción”. Ya después siguen otros que lo asocian con “orgullo”, “tradición” e “inseguridad”. Tanto “corrupción” como “inseguridad”, son términos poco halagüeños para ser vinculados al nombre del país.

Es cosa de asomarse a las redes sociales para darse cuenta de los desencuentros que los diferentes temas de la agenda nacional provocan. Una dualidad que califica y descalifica a la menor provocación. En un diván de analista, no faltaría quien calificara a México de bipolar.

Posibilidades
Muy parecido a lo anterior provoca la percepción del gentilicio. Las primeras asociaciones que se perciben con el término “mexicano” son “trabajador” y “orgullo”, y van aparejadas de “honesto”, “leal”, “responsable” y “comprometido”, que alejan aquellos viejos epítetos que no nos bajaban de zánganos, conformistas e ignorantes. Sin embargo, esta nueva percepción positiva se combina, dualmente, con términos como “corrupto”, “transa”, “gandalla”, “maldad” que surgen, a decir de Julia Isabel Flores, con el crecimiento de la delincuencia en el país.

Para quienes nos dedicamos a comunicar ya sea a través de estrategias de recuperación o construcción de reputaciones; o a través de comunicar propiedades de un producto, marca o servicio a través de publicidad y promociones, o de desarrollar diseños que hagan evocar y percibir que estamos creando una comunicación sintonizada, conocer estos libros no sólo será un gran descubrimiento. Será sin duda la “piedra de toque” que no sólo dignifique sino profesionalice de nuevo la comunicación comercial del país. Una oportunidad que ya parecía perdida.

Hay que recordar que la frase de Umberto Eco donde dice que la semiótica es la disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir, fue dicha con sarcasmo. No vaya a ser que se la tomen en serio.

La Revolución

  por Manuel Moreno Rebolledo Con 110 años de edad, la Revolución Mexicana –impulsada por la pequeña burguesía de la época y con un ideario...