febrero 03, 2013

Guns & Lobbying


De acuerdo con Pascal, el incisivo filósofo del siglo XVII, el arte de persuadir consiste tanto en el agradar como en el de convencer, ya que los hombres –­de acuerdo con lo que decía–, se gobiernan más por el capricho que por la razón.

A finales del siglo XVIII, en diciembre de 1791 para ser precisos, la Convención de Filadelfía, (conocida también como la Convención Constitucional), aprobó la Carta de Derechos entre los cuales figuraban las diez primeras enmiendas de la Constitución de los Estados Unidos de América.
Una de ellas, la segunda enmienda, es la que nuevamente se encuentra en el centro de la controversia por la serie de hechos que han sucedido en Estados Unidos desde la matanza de niños en la escuela Sandy Cook en Newtown, Connecticut.

La segunda enmienda (que da derecho a cualquier ciudadano norteamericano mayor de edad a comprar y poseer armas de fuego) tuvo, como espíritu, seis propósitos fundamentales: derribar gobiernos tiránicos; repeler invasiones; suprimir insurrecciones; facilitar un derecho de defensa propia; participar en la aplicación de la ley existente; y permitir a la ciudadanía organizarse en milicias, lo que da cuerpo e inspira a los minutemen originales que nacen en los tiempos de las Trece Colonias y que formaban una milicia de primera generación europea ya nacidos en América, listos para pelear por las tierras robadas a los nativos, respondiendo “al minuto”, de ahí el nombre.

Hay dos datos que revelan la gran importancia de acentuar el tema: 1) Que aunque el espíritu de la Segunda Enmienda haya sido proteger las propiedades de los ciudadanos, terminó por desproteger a los ciudadanos de sí mismos; y 2) De acuerdo con estadísticas que acaban de publicarse, Estados Unidos es el país con más ataques sociópáticos (y por mucho) con relación al resto del mundo.

¿Qué nos deja eso? Una ley que ya sólo sirve para mantener una industria fundamental en la codependencia de narcoestados y Estados represores y, al mismo tiempo una industria al servicio de gobiernos que se han servido de infundir el miedo a una sociedad cada vez más psicótica (en lo general, por supuesto) dada su obsesión en lo que llaman "seguridad nacional", lo que lleva a un inevitable proceso de contagio que lleva a la xenofobia y a diferentes patologías de los individuos con su entorno social.

Ahora bien, los cabilderos del equipo de Obama –que junto con muchas organizaciones civiles contrarias a la segunda enmienda tal y como está–, pretenden convencer a la parte menos radical del partido republicano para deshacer el nudo gordiano que representa esta ley, tienen datos que pueden influir en la decisión. Algunos de estos datos (confirmados con estadísticas) son los siguientes:

Las matanzas en Estados Unidos no son raras, desde 1982, al menos han ocurrido 61 asesinatos masivos relacionados con armas de fuego obtenidas legalmente; 15 de los peores asesinatos masivos en los últimos 50 años han ocurrido en territorio norteamericano; de los 11 asesinatos más sangrientos ocurridos en Estados Unidos, 6 han ocurrido de 2007 a la fecha; el sur es la región más violenta en Estados Unidos; la tenencia de armas en Estados Unidos va declinando; más armas tienden a significar mayor número de homicidios; los estados con más estricto control de armas tienen menos muertes.

No obstante todos los datos presentados, en lo general, el control de armas no es precisamente popular, políticamente hablando. Desafortunadamente, la percepción de la población en Estados Unidos sobre incrementar el control de armas, no se ve afectada por los asesinatos como el de Connecticut.

Por si fuera poco, el cabildeo enfrenta a una nueva idea surgida de las filas más radicales y conservadoras de su país. Wayne LaPierre, Vicepresidente Ejecutivo de la NRA (National Rifle Association), le ha propuesto al congreso de Estados Unidos una solución tan absurda como peligrosa: no sólo que haya más guardias armados en las escuelas, sino que se arme a los maestros con el objeto de que puedan también ser “vigilantes” en los centros de educación, y ha expresado uno de los disparates más grandes que se han escuchado en todo este tema: “La única manera de parar a un ‘hombre malo’ armado, es con un ‘hombre bueno’ armado”.

Esta terrible situación que vive Estados Unidos y que definitivamente afecta a nuestro país, no tendrá una salida rápida pese al trabajo de los cabilderos y también a que ahora es un buen momento para replantear el tema no sólo por los sucesos de Connecticut y la atención puesta en la violencia en otros estados, sino por el capital político con que cuenta Obama al estrenar su segundo mandato.

Comunicación en Tiempos de Crisis


Para 2013, las comunicaciones de marca podrían tener –por la dinámica económica mundial–, cambios significativos que en una primera fase afectarían su presencia en los medios tradicionales, principalmente la televisión, medio que no verá tan perjudicados sus ingresos dado que como estaremos reestrenando gobierno (y su legitimación intentará hacerse por esa vía), las posibles pérdidas las compensará con las pautas de la presidencia.

En el futuro inmediato, la crisis –traducida en crisis de consumo–, se empezará a sentir cuando el festejo de diciembre llegue a su cruda realidad. Habrá que esperar también cómo se comportarán los indicadores financieros y la percepción que éstos tengan sobre los acuerdos que tanto Peña Nieto acá, como Barack Obama allá, logren con sus respectivas oposiciones.

La problemática económica que se avecina será grande, sobre todo por la enorme deuda que municipios y gobiernos estatales adquirieron durante el sexenio pasado, lo que implica que los recursos del gobierno no fluyan a la burocracia como normalmente lo hacen.

Debido a esa variable, el ajuste que también tendrán muchas empresas al recortar gastos de comunicación, vendrá seguido por la tentación de recortar personal como un ahorro al gasto corriente. Tentación que lejos de ayudar a contrarrestar el problema, seguramente lo agravará.

En ese sentido, las áreas de recursos humanos deberán estar totalmente conscientes de que si quieren ayudar a hacer menos grave el asunto deberán invertir en tener asesorías de primer nivel para establecer programas de comunicación al interior que incentiven la productividad, que incrementen la lealtad y el compromiso de los empleados hacia su organización y que promuevan la claridad de la información entre la dirección y el resto de los empleados.

En materia de comunicaciones de mercadotecnia, el asunto deberá tener mayor efecto en los cambios que a nivel formato y contenido tendrán los mensajes y que implican un cambio en su plan de medios, me explico:

Es un hecho que aunque todas las disciplinas involucradas en las comunicaciones de mercadotecnia y, sobre todo, la mezcla estratégica que les da una integración eficiente, tienen como fin último incentivar la compra y el consumo, la construcción del mensaje que persuada hacia estas acciones deberá estar en perfecta sintonía con la situación que en cada fase de la crisis tenga el mercado. Para ello, las empresas deberán contar con una gran imaginación que les permita el desarrollo de plataformas cross-marketing, programas CRM y la utilización eficiente de herramientas adicionales a la comunicación no publicitaria para el ahorro de recursos (sobre todo en medios), la captación de nuevos clientes y consumidores y el sostenimiento de su base de ventas.

Por ejemplo, en publicidad, podríamos ver dos productos, aunque sean de diferentes marcas pero complementarios (como por ejemplo, cajeta y pan o botana y refresco; o en el caso de servicios, cuentas de cheques y afores), anunciados en un mismo spot. Esto lo podrán hacer sin mayor problema las empresas que tengan ambos productos en su repertorio de marcas o servicios y significará un trabajo interesante de alianza entre marcas que no pertenezcan a la misma casa.

Por su parte, las Relaciones Públicas también aprovecharán esta oportunidad que les brindará el retraimiento en la publicidad y la economía, a través de programas de manejo de crisis, reputación social y reputación comercial, principalmente en un contexto 2.0. Uno de los objetivos más encomiables que deberán perseguir los programas de RP serán, sin duda, la inyección de ánimo y la comunicación (vista desde la óptica de las empresas para las cuales habrán de trabajar), sobre los avances del tipo de crisis, las soluciones que se están tomando y la preparación para cuando ésta finalmente termine.

Por su parte, las actividades BTL tendrán una prueba de fuego con la creatividad que deberán desplegar para afianzar esta disciplina como pilar fundamental de las comunicaciones de mercadotecnia. La industria de las artes gráficas, como proveeduría clave, sufrirá la sustitución de materiales que, nuevamente por el ahorro de recursos, se harán por medios digitales, con lo que se verá el crecimiento de las agencias de diseño que se preparen muy bien para afrontar esta coyuntura.

Esta crisis, como todas las que ocurren, lastimará a algunos y ayudará a otros. Lo importante será tratar de evitar que quienes salgan lastimados no sean muchos; lo único que no debemos permitir es que el ánimo decaiga entre la gente: “Nadie nos montará encima si no doblamos la espalda”, decía Martin Luther King.

La Revolución

  por Manuel Moreno Rebolledo Con 110 años de edad, la Revolución Mexicana –impulsada por la pequeña burguesía de la época y con un ideario...