Carta
Paramétrica
Estimados amigos, colegas y usuarios:
Parametría les hace llegar el siguiente análisis
El esfuerzo tiene los siguientes propósitos:
1) Contribuir en el análisis de temas sociales de interés público,
2) Generar información para académicos, medios de comunicación y consultores,
3) Proveer información relevante para tomadores de decisiones de política pública en el ámbito gubernamental y empresarial.
Derechos Reservados © Parametría, S.A. de C.V., Calle Benjamín Hill No. 185, Colonia Hipódromo Condesa, C.P. 06170,
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México
D.F. 2016. La información o resultados presentados a continuación pueden ser
libremente publicados, citados y,
en general, usados, siempre y cuando se cite la fuente
de este estudio.Favor de enviar todos sus comentarios a:
carta@parametria.com.mx
El mandato de Trump o
el efecto Jesse Ventura
|
El triunfo de Donald Trump sorprendió
(literalmente) al mundo. Prácticamente todas las mediciones,
los mercados de
apuestas, los indicadores económicos, las estimaciones de distintas
consultorías
(concentradoras de encuestas o calificadoras) veían el triunfo
de Hillary Clinton como el escenario
más probable. La diferencia entre los
pronósticos (para quienes se atreven a hacerlos) y el resultado es,
en sí mismo,
un tema de discusión.
Será para una próxima entrega.
Sin embargo, a diferencia de lo que
indicaban todas estas estimaciones, sobre todo cuantitativas, hubo
algunos
que con argumentos sólidos ya advertían sobre lo que se avecinaba. A mediados
de julio pasado
Michael Moore publicó un artículo donde argumentaba cinco
razones por las que Trump ganaría las
elecciones presidenciales.
En primer lugar el autor expone que Trump
tendría el apoyo de la clase obrera estadounidense
-blue collar jobs-
afectados por la economía, principalmente de Michigan, Ohio, Pennsylvania y
Wisconsin. La segunda razón es que Trump representa a numerosos hombres- angry
white man- que
se oponen al creciente poder de minorías como las mujeres,
la comunidad homosexual y grupos étnicos.
En tercer lugar Moore señala
que no había entusiasmo por votar hacia Hillary Clinton, ella no gozaba de
mucha popularidad como Obama así que no era la primera opción para muchos
electores. Otra razón es
el bajo apoyo que Clinton podría recibir de los
partidarios jóvenes de Bernie Sanders, según Moore estos
no estaban muy
convencidos de votar por ella.
Finalmente, muchos estadounidenses
aprovecharían la casilla como un espacio para descargar su
disgusto y
frustración ante un deteriorado sistema político. El voto se traduciría en un
mensaje de enojo
donde elegir a Trump es el símbolo de rebeldía, tal como
ocurrió en los 90’s en Minnesota, el cual eligió al
ex luchador profesional
Jesse Ventura como gobernador.
Al parecer y a juzgar por los números
de las encuestas de salida el diagnóstico de Moore fue más que
profético. La
encuesta más valiosa para quien le interesa entender al elector y a la
sociedad en general
y no necesariamente predecir resultados, es la encuesta
de salida. Con ella podemos entender los
segmentos, las tendencias
demográficas, las razones del electorado y en último término: el mandato
del
ganador. Conocer las razones por las que un candidato fue votado, es saber a
qué está comprometido
el nuevo dirigente.
Demográficos
Dice una máxima de la escuela sociológica
del comportamiento electoral: “demográficos son destino”.
Parece que
como en pocas elecciones estás máxima se cumple para la elección Presidencial
en
Estados Unidos.
Si hubiera que estereotipar el grupo
mayoritario que definió la elección sería: hombres (53%) blancos (58%)
-escolarizados (49%) y no escolarizados (80%)- protestantes, de un estrato
social bajo—enojados con el
establishment político, pero en particular con el
gobierno federal.
Hillary Clinton recibió el apoyo de
personas “no blancas” (74%) donde la mayor parte de los latinos (65%)
votó
por ella. Se esperaba también que la brecha de genero daría un mayor margen a
Hilary Clinton, pero
la evidencia muestra que no fue suficiente, sólo 12% por
arriba de su promedio (42% vs. 54%).
En educación, si bien hay un sesgo a su
favor entre la gente con “college” (52%), este sesgo no se observa
entre los
hombres blancos. Una de los datos más reveladores de esta elección: ser
hombre blanco importó
más que ser escolarizado.
Se esperaba que los jóvenes salvaran a la
candidata demócrata. Es cierto que hay una tendencia por edad,
a mayor edad
mayor preferencia por Trump, Más de la mitad de los electores por Trump están
sobre
45 años (56%), con Clinton votaron más jóvenes: 52% de personas menores
de 44 años, pero como
lo sugería Moore, los millennials votaron por terceras
fuerzas electorales (9%).
Una de las tantas ironías de esta
elección en lo que a datos demográficos se refiere es que 29% del voto
latino
fue para Trump. No es el peor record para un republicano, Bob Dole obtuvo el
21%, y Mitt
Romney 27%, pero dado lo que dijo sobre los hispanos parece
sorprendente.
La encuesta de salida señala que el reto
más importante del país para el público en general es la economía
(52%),
seguido de terrorismo (18%). Migración no se ve como un tema fundamental
(13%) irónicamente.
Es muy interesante que entre el votante promedio
se prefiere la opción de legalizar a los ilegales (70%),
contra la opción de
deportarlos (21%). Es decir la propuesta de Trump no es popular en el tema
migratorio, ni en nivel de importancia, ni en la forma de resolver el
problema.
En lo que refiere al muro cuatro de 10
votantes lo quieren (41%), mientras una mayoría lo rechaza (54%),
ello no
significa que entre los republicanos no sea popular (84%). Veremos cómo se
comporta Trump
frente a este mandato.
Otro tema fundamental es el Obamacare.
El votante se dividió, pero la opinión negativa predominó. La
mayor parte de
los electores pensó que había ido muy lejos (47%), y un menor porcentaje
pensó que se
había quedado corto (33%).
Los votantes por Trump tenían una mala
percepción hacia temas como el Obamacare: entre quienes
consideran negativamente que el programa fue “demasiado lejos” (83%). A
diferencia de la proporción
que consideró que la reforma estuvo en su derecho
(82%) votantes por Hillary.
La percepción de los tratados de comercio
internacional resultó dividida entre el votante promedio.
Casi en la misma
proporción se consideró que generaban (38%) o quitaban empleo (47%).
Pero
como era de esperarse los efectos de los tratados económicos internacionales
son percibidos de
manera más negativa por el votante de Trump que por los de
Clinton. En este issue los que están
a favor del republicano cree
que los tratados de libre comercio disminuyen los empleos en los Estados
Unidos
(65%). A diferencia de una mayoría de votantes por Clinton que opinan que los
tratados de libre
comercio crean más empleos para el país (59%) y no afectan
a los actuales (63%).
Imagen de los candidatos
Sobre la imagen de ambos candidatos, la
opinión hacia Hillary Clinton se reparte entre una minoría (44%)
que la
considera favorable y una mayoría (54%) desfavorable. En cambio Trump tiene
más porcentaje
de personas que lo ven como desfavorable (64%) que favorable
(38%). Hillary Clinton supera las
preferencias sobre Trump en “preocupación
por la ciudadanía” (58%), la “experiencia correcta” (90%)
y “buen juicio”
(66%). En cambio Donald Trump sólo tiene como mayor cualidad la “posibilidad
de hacer
un cambio” (83%).
Acerca de la honestidad que proyecta cada
candidato las cifras muestran que Trump una imagen más
honesta (98%) que
Clinton (96%) entre quienes sus respectivos votantes. ¿Quién está mejor
calificado
para ser Presidente de los Estados Unidos? Más de la mitad de los
electores dicen que Clinton está mejor
calificada (52%), a diferencia de las
bajas cifras que perciben a Trump mejor calificado para el cargo (38%).
Estos datos revelan que los
estadounidenses no necesariamente coinciden con las propuestas del ahora
electo presidente Donald Trump, pero sí manifiestan su distancia con la
gestión de los demócratas y en
especial la candidatura de Hillary Clinton. Se
observa que los estadounidenses quieren cambios, y esto
coincide con los
argumentos de Michael Moore: estos datos contribuyen a visualizar a un
votante
disgustado con el sistema político, desencantado de la clase política
actual.
El “Efecto Jesse Ventura”
Al final de esta breve revisión es
difícil explicar porque gana Trump cuando sus propuestas no fueron
las más
populares y además tuvo la peor imagen de todos los candidatos. Además de que
la gente tiene
temor e incertidumbre. Es cierto que el perfil demográfico de
los electores le favorecen y por ello
podríamos decir que está fue una
elección de demográficos.
Sin embargo, esta condición no le era
suficiente para obtener este resultado. Había una condición
necesaria que es
lo que Michael Moore describió como el “efecto Jesse Ventura”. La libertad de
un electorado para tomar riesgos y votar por un luchador, un actor de
“reality show” o un empresario
de “real state”. Cansados de la clase política
y del sistema de partidos, el electorado decidió votar
por el representante
del “antisistema”. Si estaban en la capacidad de hacerlo: “¿why not?”
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